En el Fiat 500 de Turín a Pekín
30 años después de su despedida de los escenarios de producción, el Fiat 500 vuelve a estar en boca de todos. Un ejemplar del legendario utilitario italiano ha iniciado un viaje de más de 20,000 kilómetros que lo llevará por dos continentes, desde Turín hasta Pekín. En el volante del Fiat 500 R se turnan dos aventureros italianos experimentados que, con su viaje poco convencional, buscan simbólicamente unir las dos ciudades olímpicas.
El Fiat 500 súper compacto (año de fabricación 1973), que circuló durante muchos años por las calles de Roma, ha sido minuciosamente revisado para su uso en largas distancias. Su motor bicilíndrico refrigerado por aire, ubicado en la parte trasera, desarrolla alegres 18 HP a partir de 594 centímetros cúbicos de cilindrada. Una potencia que desafía al vehículo y al conductor en una ruta de aproximadamente 2,000 kilómetros por semana. Finalmente, el viaje lleva a través de Europa del Este y Kazajistán, Kirguistán y Turkmenistán a lo largo de la antigua Ruta de la Seda y a través de la Mongolia Interior hasta la Plaza Tiananmen en Pekín. Allí, se estacionará el primer Fiat 500 que llegó a la capital china desde Italia por carretera, al pie del reloj que cuenta los días hasta el comienzo de los Juegos Olímpicos de 2008.
