Bajo la lupa de Davide: Modelos especiales de Fiat 500 - Parte 3: Abarth 595

En agosto de 1963, Abarth presentó a la prensa especializada el 595 basado en el Fiat 500 D. Los cambios en la carrocería eran discretos y se limitaban al emblema frontal, que correspondía al del primer ajuste de Abarth del récord de Monza, las inscripciones en los capós y los emblemas en los laterales. Desde el punto de vista mecánico, hay varios cambios, siendo los más evidentes el carburador Solex 28 PB, el silenciador con dos salidas y el cárter de aceite agrandado.

Pero el verdadero atractivo fueron las camisas de cilindro de una sola pieza en hierro fundido con los pistones agrandados. El 500 D Abarth tenía 27 CV a 5000 rpm y alcanzaba una velocidad máxima de 120 km/h.
El equipamiento de serie era escaso, pero ofrecía la posibilidad de ampliarlo con accesorios como un volante de madera y aluminio, un tablero de instrumentos múltiples, etc. Abarth también vendía kits de modificación para afinar los 500, que también podían ser homologados.

Es el primer Fiat 500 homologado en la clase "Turismo hasta 600 cc".
El 595 D Abarth nació como modelo de carretera, pero la pasión del "Sig. Carlo" por las carreras significó que pronto se embarcó en los trámites para llevar oficialmente al pequeño bicilíndrico a la pista de carreras.

Sin embargo, el camino hacia el circuito estuvo lleno de dificultades, entre ellas la prueba de que se habían construido 1,000 ejemplares del modelo en un solo año. En este punto, Fiat mismo acudió en ayuda de Abarth, probablemente haciendo que la empresa convirtiera y homologara la cantidad faltante de ejemplares hasta alcanzar la cuota requerida. Así, el 595 Abarth recibió el 13 de enero de 1964 el número de homologación 1266 de la federación internacional. Una vez que se obtuvieron los documentos para participar en competiciones, la primera carrera tuvo lugar el 19 de marzo de 1964, que ganó el piloto de pruebas Franco Patria. ¡Una vez que el escorpión ha picado, los Cinquecento no se detienen!